Los paquetes desecantes son una presencia común en muchos productos cotidianos, que van desde empaques de alimentos hasta electrónica, productos farmacéuticos e incluso ropa. Estos pequeños paquetes, a menudo pasados por alto, juegan un papel crucial en la preservación de la calidad e integridad de los artículos que los acompañan. El componente principal en la mayoría de los paquetes desecantes es el gel de sílice, un agente desecante que absorbe la humedad del entorno.
La sílice (SiO₂), comúnmente conocida como gel de sílice, es un compuesto natural formado por silicio y oxígeno. En los paquetes desecantes, la sílice se encuentra típicamente en forma porosa y granular, con una gran superficie que le permite absorber grandes cantidades de humedad. A pesar de su nombre, el gel de sílice es sólido y no se asemeja a una sustancia gelatinosa en su forma de uso común.
El gel de sílice actúa como un desecante atrayendo y reteniendo la humedad a través de un proceso llamado adsorción. Los gránulos tienen innumerables poros microscópicos que proporcionan una vasta superficie, lo que permite a la sílice atrapar eficazmente las moléculas de vapor de agua. Cuando se coloca en un recipiente sellado, el gel de sílice absorbe el exceso de humedad, reduciendo la humedad interna y previniendo daños causados por el agua, como la corrosión, el moho y el deterioro.